OHIO, Estados Unidos.- Tres días después de que la Corte Suprema de Estados Unidos difundió su decisión de anular el fallo Roe v. Wade, que impedía la prohibición del aborto a nivel nacional, Caitlin Bernard, una obstetra de Indianápolis, en el estado de Indiana, recibió un llamado de una colega de Ohio, especialista en abuso infantil, con un pedido de ayuda para una niña embarazada de su violador.
Texas: la Corte Suprema bloqueó una orden que habilitaba el derecho al abortoEn Ohio, horas después de la acción de la Corte, se prohibió interrumpir embarazos después de la sexta semana, sin importar la causa. Bernard, médica en el estado vecino de Indiana, terminó así atendiendo en su oficina a una niña de 10 años, víctima de abuso y embarazada de seis semanas y tres días.
El caso tomó dimensión nacional en los medios de Estados Unidos, que reflejaron el hecho como una de las consecuencias devastadoras de la decisión de quitar la protección a la decisión de interrumpir embarazos y dejarla a criterio de cada estado. “Esta niña de 10 años no es la única. A medida que las prohibiciones se extienden por el país, más y más personas embarazadas cruzan las líneas estatales para buscar la atención sanitaria que necesitan”, publicó en un artículo el diario “USA Today”.
Debate por el aborto: Biden cree que perseguirán a las mujeresLa medida aún no tuvo efecto en Indiana, pero se espera que, en una reunión programada para el 25 de julio, la legislatura estatal imponga restricciones.
La norma en Ohio ya fue recurrida, pero el Tribunal Supremo de ese estado dictaminó su vigencia hasta que se resuelvan los recursos, informó el diario “The Cincinnati Enquirer”.
Por el aborto, hubo un "pañuelazo verde" frente a la embajada de EEUUEl caso de la niña de 10 años empujó a varias figuras que están a favor de restringir el aborto a expresar sus posiciones. La gobernadora republicana de Dakota del Sur, Kristi Noem, mencionada como posible compañera de fórmula de Donald Trump para 2024, dijo a un programa de la cadena CNN que es necesario hablar “del horrible pervertido que violó a una niña”, pero admitió que el médico, la familia y las personas más cercanas a la víctima deben tomar la decisión en torno a la interrupción de ese embarazo producto del abuso.